El desafío de la economía circular

La economía circular es la gran novedad del momento.  Sobre un esquema simple, promueve un nuevo paradigma que busca modificar la manera en la que actualmente producimos y consumimos. 

Lejos de ser una simple tendencia, es una propuesta de un nuevo estilo de vida que va ganando más y más espacio. El objetivo principal es que todos los materiales y recursos que usamos se mantengan vigentes la mayor cantidad de tiempo, se reduzca la cantidad de residuos generados y se cierren “bucles” o flujos económicos y ecológicos. El bucle se cierra después de pasar varios pasos: el uso de un bien, un segundo uso, la reutilización de ese mismo bien, la reparación, el reciclaje y por último la valorización que supone aprovechar energéticamente los residuos generados que no se pueden reciclar.

Así, frente a la economía tradicional y lineal de extracción, producción, consumo y desperdicio, la economía circular alienta que los residuos puedan ser utilizados como recursos para reingresar al sistema productivo. De esta manera, reducimos nuestros residuos y extraemos menos recursos naturales del planeta.

El regreso de los envases retornables, de, por ejemplo, los envases universales para líquidos de limpieza, un neumático que se convierte en suela de zapatilla, o el aceite que usamos en nuestras cocinas que se transforma en biodiesel, o la utilización de mayor tecnología digital y menos papel en las finanzas, son algunos ejemplos de este concepto que vino para quedarse.

Como señalé, la economía circular adopta un enfoque diferente al modelo de consumo de tomar-hacer-disponer al que muchos se han acostumbrado. Al proponer reutilizar y reciclar tanto como sea posible, además de reutilizar y vender artículos que han sobrevivido a su uso inicial, la economía circular está creando empleos y generando nueva actividad económica, al tiempo que alivia algunas presiones sobre el medio ambiente.

La Fundación Ellen MacArthur sostiene que es este un enfoque basado en "eliminar los desechos y la contaminación, mantener los productos y materiales en uso y regenerar los sistemas naturales". Esta idea está ganando mucho impulso y está llegando a la corriente principal a medida que un número creciente de empresas y marcas conocidas adoptan métodos circulares y desarrollan productos con circularidad incorporada.

Las organizaciones de todo el mundo están creando nuevas plataformas para apoyar la innovación circular. La iniciativa Scale360 ° Playbook del Foro Económico Mundial reúne a investigadores, empresarios y gobiernos para desarrollar nuevos productos y soluciones, maximizar los recursos y repensar las cadenas de valor. Así, los innovadores circulares emergentes de todo el mundo pueden conectarse y trabajar juntos para compartir ideas y soluciones a través de UpLink, la plataforma de innovación abierta del Foro.

Alvaro Perez Uz

Algunos buenos ejemplos:

Los zapatos sustentables de Thousand Fell ya se está haciendo un nombre. Hechos de materiales como cáscara de coco y caña de azúcar, e incluso de botellas de plástico recicladas.

Su reciente campaña: Thousand Fell: offering cash for old sneakers; en asociación con TerraCycle y UPS, ha lanzado un incentivo de reciclaje especial. Los clientes pueden devolver al fabricante los pares viejos de zapatos Thousand Fell. La compañía, luego reciclará el calzado devuelto y enviará a los clientes $ 20 para utilizarlos para comprar un nuevo par de zapatos.

Una gran marca que vende productos de segunda mano es hoy IKEA. En la ciudad sueca de Eskilstuna, a unos 100 km de la capital Estocolmo, se inauguró la primera tienda de segunda mano de IKEA. La tienda cuenta con muebles de IKEA poco usados ​​como parte de sus esfuerzos para alcanzar sus objetivos climáticos para 2030. Es decir existe un nuevo Ikea de segunda mano que vende lo que ya no quieres.

El gerente de sustentabilidad del gigante escandinavo, Jonas Carlehed, dijo a Reuters a principios de este año que: "Estamos haciendo un gran reajuste, tal vez el mayor que haya hecho IKEA, y una de las claves para alcanzar [los objetivos climáticos de la empresa para 2030] es gestionar para ayudar a nuestros clientes a prolongar la vida útil de sus productos".

Ikea también ha comenzado un plan de recompra para los clientes: ofrece cupones a cambio de la devolución de muebles y otros artículos no deseados. Sin embargo, ese plan se ha suspendido en algunos lugares debido a las restricciones vigentes relacionadas con la pandemia.

Veamos el caso de Burger King. La comida  fast food para llevar es un gran negocio, pero el envase de estas comidas plantea un desafío de sustentabilidad. Burger King ha presentado una solución en forma de envases reutilizables destinados a disminuir la cantidad de residuos que genera. 

Los clientes en Nueva York, Tokio y Portland, Oregón pronto podrán llevarse sus hamburguesas y bebidas a casa en envases reutilizables. El programa, que se implementará para el próximo año, incluye un pequeño depósito que se cobra inicialmente y luego se reembolsa cuando el cliente regresa con las cajas y vasos, que se retiran para su limpieza y procesamiento a través del sistema de comercio electrónico sin desperdicio Loop.


¿Zapatillas reciclables marca Adidas?

El gigante alemán de ropa deportiva, Adidas, desarrolló una gama de calzado pensando en el reciclaje. Sus zapatillas UltraBoost DNA Loop están hechas de un solo material: poliuretano termoplástico (TPU). No se utiliza pegamento en su fabricación, en cambio, se ensambla a altas temperaturas.

En su sitio web, Adidas describe el UltraBoost Loop como las zapatillas que los clientes nunca tendrán, sino que regresarán una vez que terminen con ellos. “Si el final puede convertirse en el comienzo, podemos ayudar a mantener los productos en funcionamiento y los desechos fuera del vertedero”, dice la compañía.

Lo que va, vuelve, según el viejo refrán. Y en el caso de la economía circular, eso es ciertamente cierto.

Alvaro Perez Uz


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