Caballos famosos

Una de mis pasiones son los caballos. Me gustaría compartirla con Uds. El caballo estuvo y está presente en nuestra historia y nuestra cultura. La mitología, la literatura y la historia nos hablan de muchos caballos que han pasado a la posteridad a causa de sus célebres dueños. 

Bucéfalo el caballo de Alejandro Magno

De la antigüedad nos llegan ecos de Victoria en Tebas y Mut está satisfecha ambos caballos del carro de guerra del faraón egipcio Ramsés II. Otro es Kanthaka del príncipe Siddhartha, que le ayudó a escapar de su palacio en el momento de su renuncia al mundo para dedicarse a la vida ascética y transformarse en el Buda Gautama.

Entre los grandes reyes y generales guerreros todos recuerdan seguramente al noble Bucéfalo el caballo de Alejandro Magno, o a Estrategos del cartaginés Aníbal, que estuvo a punto de conquistar la antigua Roma. Otros, destacados fueron Genitor de Julio César, Incitato del emperador Calígula, y el pequeño Othar, el tarpán de Atila, el rey de los hunos y Azote de Dios. En la edad media, Blanchard que perteneció al rey de los francos Carlomagno.

Dug el caballo de Gengis Kan

El profeta Mahoma también tuvo su corcel preferido llamado Lazlos; y ya en tierras hispanas el inefable Babieca el del Cid Campeador. En oriente destaca Dug del temible Gengis Kan.

Más cerca en el tiempo Blanco de Juana de Arco, Molinero que acompañó a Hernán Cortés por América, y Marengo del gran general francés Napoleón Bonaparte.

En América hallamos a Palomo el compañero del Libertador Simón Bolívar y los mexicanos As de Oros de Emiliano Zapata y Siete leguas de Pancho Villa. En el Paraguay Mandiyu de Francisco Solano López. 

Un caso aparte es Comanche el único caballo superviviente del 7.º de Caballería en la trágica batalla de Little Big Horn.

Varios caballos famosos pueblan la mitología de distintas culturas. En la mitología greco-latina Pegaso de Belerofonte, Janto y Balio de Aquiles, las yeguas de Diomedes, los establos de Augías (su limpieza constituyó uno de los doce trabajos de Hercules). En la nórdica destaca Sleipner (el caballo con ocho patas de Odín). En la otra esquina del orbe Thowra es el caballo mítico de la población aborigen de Australia.

También la literatura y el cine nos regalaron grandes caballos, como por ejemplo, Rocinante el caballo de don Quijote de la Mancha, Tornado de don Diego de la Vega, El Zorro, Silver del Llanero solitario, Tiro al Blanco de la franquicia Toy Story y Sombragrís del mago Gandalf del Señor de los anillos. 

Mi favorito es el caballo de Lucky Luke, Jolly Jumper, un animal sumamente inteligente, salido de la imaginación del belga Morris y del francés René Goscinny.

Jolly Jumper